miércoles, 22 de febrero de 2023

LA CRISIS TIENE PADRE

 

“L A S   D I VE R S A S   C R I S I S   Y   L A    A G E N D A   2 0  -  3 0”

¡Estamos todas locas!

Hace 4 años, aun a riesgo de ser juzgado como loco, me paseaba gritando, por el Colegio Apóstol de Vigo: “¡Estamos todas locas!” Sin muchos motivos patentes, estaba yo convencido de que, en toda la sociedad, y cada uno de sus miembros, de parecida manera, algo iba entrando, y ampliando, generalizada, desde todos los campos, impidiendo una vida profunda e humana: “Esto va a explotar, en cualquier momento y por todas partes, y de muchas maneras, ¿pero cuándo entrará? Y, ¿cuándo se irá?” “¿Puede ser que haya alguna fuerza, que esté fomentando y promoviendo todo?”

¿Es posible que algún poder -o varios, conectados- invisible se ocupe de que la sociedad viva preocupada de resolver -ver, preocuparse, angustiarse, amargarse, criticar, protestar, contagiar miedo, culpa  inseguridad- asuntos materiales, superficiales, visibles, cortoplacistas -¡y nunca faltan!-, de manera predeterminada, para que no pueda ocuparse -resolver, ser capaz y eficaz, o, al menos verlo y querer cambiarlo- en aquellos temas humanos, profundos, espirituales y espiritualizantes, que harán a las personas más personas?

Hay que admitir tristemente que, en la mayoría de los grupos, se habla de nimierías -el clima, la moda, la política, la economía, la religión-, sin la mayor profundidad ni compromiso. Y no se escucha prácticamente nada. Cuando se dice: "Hablando, se entiende la gente". Yo suelo decir: "Perdón, hablando se entiende la gente, que se entiende hablando", la mayoría de conversaciones, aun entre personas cultas, parece un 'diálogo para besugos', en las que no se toca ningún tema profundo.

No podía determinar a qué apuntaba, ni deducía cómo y con qué intención se usaba cada crisis. Pero no cabe duda de que todo el movimiento político y social, y sus consecuencias han estado cuidadosamente programados y organizados, programando y organizando.

El periodista, andrósofo y divulgador, Emillio Carrillo Benito, tiene una ‘mesa redonda’, con la que se puede decir que estoy plenamente de acuerdo con lo que allí se afirma. Es curioso que, en vez de apoyarse en textos mayas o las ‘profecías de Nostradamus’, u otros del estilo, parte de dos textos de la Biblia, de los que me siento capacitado de matizar.

Desde muchos círculos se nos dan referencias muy significativas, pero “El libro del Apocalipsis” y el “Capítulo 25 de San Mateo”, puede ser una referencia especial.

Copio los capítulos más llamativos de estos trozos, al final de este artículo, y, cuando puedan servir, o crea que pueden aclarar, acudiré y aludiré a ellos.

Nos preguntamos, desde muchos puntos, cómo vamos, y una manera muy representativa suele ser: “¿Cómo marchan nuestros tiempos?” Son nuestros tiempos, nuestras cosas, nuestra gente, nuestra vida.

Como Jesús, Emilio nos invita a preguntarnos por 'los signos de los tiempos', no tanto por qué dicen sobre nuestros tiempos, las 'profecías antiguas', sino observar, preguntar y concluir de los mismos signos.

Y no tanto que nos debamos obsesionar con ‘el día o la hora’, cosa que nadie sabe, sino que estemos pendientes, observando los signos de los tiempos. Por ejemplo, el verano viene, en teoría, en el solsticio de verano -cuando, estando la tierra más cerca del sol, el ángulo de la intersección entre la línea que une los ejes de sol y tierra es más obtuso, con el eje de ambos-, pero eso no es percibido de la misma manera, a la misma hora, por todos -incluidos los animales, y éstos son, en general, más vitales y objetivos-, en los distintos lugares.

Lo llevarán muy mal -¡claro está!-, los que, desde este sumo poder, desde el cual manipulan, quieren que todo siga igual. Resulta muy curioso cómo estos que dominan y manipulan -todo y todos se hace y actúan desde el orden que ellos imponen-, con el pretexto de que todas las instituciones necesitan un orden. Recuerdo la frase: “¿Cuándo hay que ponerse la chaqueta? Cuando tiene frío papá.”

Para uno puede pasar este año rapidísimo, y lento el anterior; un día parecen 12 horas, y el siguiente 48.

El tiempo va de muy distinta manera para cada uno de nosotros.  Ya, desde los pitagóricos, se hace la distinción, entre el ‘Cronos’ y el ‘Kairós’. Chronos -dios del tiempo en Grecia-, que marca la línea del tiempo físico, del calendario, cronológico, lineal. Kairos es la fuerza interior, espiritual, ‘el momento’ universal de cada cosa.

Emilio carrillo compara el fluir de la vida humana, con un río. Río que, cada cierto tiempo -cada nueva ‘generación’-, se acerca a una catarata, a un abismo, un cambio. Antes del cual, siempre se genera un movimiento de lo profundo, una crisis vital.

En principio, es patente que, los momentos previos 'a la catarata' el flujo del río se remueve. Y parece que todo va más deprisa. Unos dicen que "la vida va demasiado seguida", alguien que "hemos nacido todos, media hora tarde, y andamos, corriendo, a ver si recuperamos el tiempo"

Escribía Alvin Toffler, en el “Shock del Futuro”, que un niño de dos meses siente un mes, como toda media vida, mientras que, para un anciano, un mes se mira como una pequeñísima parte de ella. Por eso, no se puede castigar, con no salir el sábado, una falta del martes, bajo el riesgo, seguro, que el niño piense que somos terriblemente injustos, castigándole por algo que no ha hecho -no se acuerda o lo ve lejísimos-.

En el fluir del tiempo, parece que manda el Chronos, el del reloj y el calendario: al acercarse la catarata, predomina el Kairos, o tiempo sin tiempo que decían los mayas, o tiempo espiritual. El fluido del río marcha pacíficamente, retozando entre matas y guijarros, sin que el fondo, lo fondal, se altere. Cuando se va a acercar la catarata -la ‘Nueva Generación’-, toma el protagonismo el ‘Kairos’, y empieza a notarse un movimiento concreto y profundo de aceleración, en el fondo de todo.

Los poderosos, desde el capital, controlan plenamente la acción de los políticos -G20, Club de Dávor, Grupo Bildelverg-, y, con la ‘agenda 20-30’ y otras directrices políticas y sociales, van delineando el itinerario económico y político mundial.

Un sociólogo famoso escribía: “El caos de la sociedad actual se debe a que las personas han sido creadas para ser amadas y las cosas para ser usadas; y, de hecho, usamos las personas y amamos las cosas.”

Un castizo decía: "El problema es que todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío".

Como decíamos, estas grandes potencias se interesan de que los habitantes de éste, cada vez más pobre, planeta, esté más preocupado en los insolubles y enervantes problemas a corto plazo, y no puedan ocuparse en entrar en lo más profundo de sí mismos, y buscar la espiritualidad, la transcendencia, la madurez, el crecimiento interior, los valores de sensibilidad y coherencia -por tanto, de búsqueda del único tesoro que todos ansiamos: la satisfacción, la dicha duradera, el camino hacia la felicidad. Algún ser o grupo especial, que vea el mundo y la persona con la visión de Dios. (Una vez más, me gustaría, que se entienda ‘Dios’, como algo no partidista o ideológico, de éstos o aquellos, sino universal, válido para cualquier raza, ideología, filosofía o religión.)

Emilio ve estas crisis, en varios trozos del “Libro del Apocalipsis”. Y la influencia total de los poderosos, en ‘la marca de la bestia’. Dejo abajo, como decía el completo de dicho libro, para que cada uno pueda ver semejanzas y coincidencias.

Prácticamente todos los relatos del Nuevo Testamento están inspirados en ideas -planes, concepciones, finalidades- del Antiguo. Excepto alguno concreto, como los que aquí nos iluminan, escritos para explicar muchos conceptos, inentendibles, en sí mismos.

Suelen ir acompañados por intentos explicativos, de la Historia o de la Naturaleza, que también necesitan aclaración. Sin querer pecar de erudito, iré diciendo los aspectos que más esclarecedores me parecen.

En primer lugar, la palabra Apocalipsis no tiene, exactamente, el mismo significado ni origen que se cree. En algún tiempo, se refería a lo último, los últimos sucesos, los últimos tiempos. Incluso, en teología había una sección que era la teología apocalíptica -los ‘novísimos’-, y trataba de todo lo relativo al ‘más allá’.

Y la película de 1979, “Apocalipsis Now”, de Francis Ford Koppola, con Marlon Brando, dejó en el inconsciente colectivo, unida la palabra con combate o destrucción final.

El libro del ‘apocalipsis’, parece que está escrito por Juan -el mismo del evangelio, aunque con un lenguaje muy distinto-, y está colocado para ser el último de la Biblia. Y digo lenguaje distinto, aunque, con distintos modos, hay quien dice que usa el mismo ‘género literario’: parábola, alegoría, cuento, fábula. Se puede afirmar que, aunque el evangelio de Juan podría entenderse como diversas historias que le suceden a Jesús, en diversos contextos fuertes, hay que concluir que todo Juan -y hay quien dice que los cuatro evangelios, quitando la muerte- es literatura, donde se pone a Jesús como protagonista, para explicar sus sentimientos sobre la vida y la doctrina -tan fuerte- del Maestro.

También se llama al Apocalipsis ‘el libro de la revelación’, debido a que la palabra, en griego, significa ‘revelación’. ‘Eucalipto’ = bien tapado, velado -el eucalipto es el árbol cuyas hojas siempre tienen cubierto, tapado, el tronco. Y, teóricamente, Juan querría ¡dejar aquí todo claro! (Aunque ¡de eso, nada!)

Probablemente el ‘hecho’ que se cuenta con mayor normalidad, y que, hasta hace muy poco tiempo, era imposible de interpretar ni entender es el ‘dato’ de que el omnímodo poder de ‘La Bestia’ será capaz de implantar, en la mano o en la frente de todos los humanos -ya veíamos que, cada vez, menos humanos y libres, y más robotizados, manipulados y gregarizados- un ‘chip’, que mostrará -a las cámaras correspondientes- toda nuestra identidad: carnets, tarjetas, situación sanitaria, personal y familiar.

Con lo que, como estamos viendo que se va ejecutando hoy, no necesitaremos dinero en efectivo, mientras que estaremos ‘fichados por los poderes’, de manera absoluta. ¡Quién iba a entender este implante, cuando fue escrito el Apocalipsis!

Uno de los primeros detalles, por los que se ve que su lenguaje es peculiar, es por el trato que se da a los números, que pasan de ser cantidades, a funcionar como cualidades. Propio, por otra parte, de todo el Antiguo Testamento, y en muchas literaturas coetáneos.

Por ejemplo, los hebreos no usaban el superlativo, y hacían el superlativo, duplicando, repitiendo. El adjetivo -el número-. “El Rey mayor, único = Rey de Reyes”. Y la manera de definir una cualidad -un adjetivo- era un número. ‘7’ = perfección en la relación con Dios. ‘6’ = imperfección. ‘3’ = Plenitud. 3. ‘777’ = la perfecta relación con Dios. ‘666’ = ‘marca de la bestia’, la más imperfecta relación. 40 = 'preparación o peregrinaje'. 12 = 'elegidos.

De ahí, que, para los santos del cielo -como ‘12’ = ‘elegido’-, la cantidad de los elegidísimos para siempre’ = ‘144.000’. De ahí, es curioso que, en el versículo 4 del capítulo 7 del Apocalipsis, defina el ,de los ‘elegidos’ -144.000-, y al momento, nos diga que eran  una multitud incontable, Ap. 4, 9.

Y, con mucho parecidos, en Mateo 25, Jesús convocando a un ‘juicio de todas las naciones’, en que, como diría San Juan de La Cruz, “al atardecer de la vida, nos examinarán, del amor”. Con alguna matización.

En primer lugar, Jesús, no es ese personajillo milagrero, que casi todos los occidentales nos hemos tragado, con el primer biberón, que es mero ejecutor de los planes cruentos de su padre, del premio y el castigo, como en ese juicio.

El evangelio es buena noticia, porque nos revela que Dios está de nuestra parte, con todos nosotros, que no tenemos que ganar, ni merecer, ni cumplir, porque él que nos ama incondicionalmente, nos ha perdonado su amor y regalado su vida. Nadie nos aplicará una sentencia, somos nosotros los que vamos eligiendo cómo vivir cada día. Me gusta una idea: “El que vive en el amor, ya está en el cielo; el que da la espalda al amor, ya ha elegido el infierno”.

Cosa que queda clarísima en el evangelio: la verdadera religión -desde cualquier partitura- no consiste en cumplir con Dios -ritos, templos, liturgias-, sino en ser humano con los humanos.

Juicio a todas las naciones, ‘universal’, a todo ser humano -no a los de una religión concreta, ni por el libro de esta o la otra religión, una u otra educación o ideología-, y, por tanto, ni el juicio, ni la catarata ni el cambio de generación, puede traernos miedo, sino gozo. Además de que este salto no se lo van a obligar al que no quiera darlo -libremente, pues a base de manipulaciones, pueden lograr que toda la humanidad marche al mismo ritmo y por la misma ‘ideología’. Y ahí entran todos los que creen que van a ser examinados por el mismo libro de cumplir. Los que quieran vivir en paz y libertad estarán esperando, con toda ilusión, la venida dela nueva generación.

Este mensaje, esta manera de vivir, desde la entrega incondicional, desde el don, el regalo, el presente, la donación continua, continuada y total.

Me resultaría igual decir Dandy, Chrisnamurti, Buda, Martin Luther King. La cuestión es que ‘La Bestia’ -el G 20- no quiere que nos ocupemos de ese tipo de vida, madura, humana, sensible y responsable. Porque, en el fondo, temen que “seríamos como dioses” -viviríamos mucho más plenamente que ellos-. Habríamos hecho el gran invento de nuestra vida. El mismo que hicieron Jesús o Buda, la vida es para vivirla en profundidad: si no, estás muerto. Decía un proverbio: "No se muere, cuando se deja de vivir, sino cuando se deja de aprender".

Y me acuerdo ahora de un descubrimiento que hice, hace poco: la raíz de las palabras 'encontrar' e 'inventar' es la misma. ‘in’ ‘venire’. Y pienso que es una inmensa y preciosa realidad: encontrar, descubrir, desvelárseme, inventar, reconocer, aceptar. Le pongamos el objeto que sea, es lo más cercano a la felicidad, al amor, la amistad, la esperanza, la dicha, la gozada, el disfrute. A eso de lo que nos quieren privar.

Y, aunque no quiero alargarme demasiado, me gustaría contraponer otros dos textos de la liturgia, que pueden ir en el mismo sentido, y me apasionan. Por un lado, están los preciosos y precisos escritos de Isaías, desde un momento de destierro, soledad, rabia, tristeza, esperando, confiando y colaborando a que las cosas cambien.

“Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén: Sucederá al fin de los tiempos que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Porque de Sion saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. ¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor! La llegada del Día del Señor.

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebraste como el día de Madián.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: "Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz". Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo realizará."

Y permitidme un añadido estetizante y disfrutador. Copio el texto en inglés, de 'El Mesías, de "Händel", donde se canta éste último, para el melómano que lo quiera aprovechar.

En los números 11 a 13, Georg Friedrich Händel lo usa para un Aria de Bajo, un Coral, y añade una pequeña Sinfonía meditativa. El  ink es, desde el minuto 0:28:10 hasta el 0:38:25: de:  https://www.youtube.com/watch?v=2-QV_I-xseA

11. Aria (Bass) (Isaiah 9:2) The people that walked in darkness have seen a great light: they that dwell in the land of the shadow of death, upon them hath the light shined.

12. Chorus (Isaiah 9:6) For unto us a child is born, unto us a son is given: and the government shall be upon His shoulder: and His name shall be called Wonderful, Counsellor, The mighty God, The everlasting Father, The Prince of Peace.

13. Sinfonía Pastoral

Y el trozo más poético:

11, 2-9: "Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor –y lo inspirará el temor del Señor–. El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres de país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.

El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá, la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar."

Una pequeña -pero muy importante- matización: el mensaje amoroso del evangelio es poco compatible con "el temor de Dios". Es  fácil entender cómo y por qué lo dice Isaías, pero hoy no deberíamos decirlo ni en broma: "A nuestro Dios no se le puede tener miedo"Creo que sólo decir 'el temor a Dios' es volver al dios anterior a Jesús

Y el contexto que le sirve de contrapunto es la pluralidad de símbolos, signos, gestos y textos, profundamente humanos y vitales, que posee la celebración litúrgica de la “Cena del Señor”. “Oh, gran culpa, que nos mereció a este tipo de salvador”, “Por la cruz a la luz”. Dentro de un tema que no es fácil entender -ni explicar, sólo se puede decir algo, cuando se ha vivido un dolor profundo, que se ha podido colocar en su sitio y, por tanto, superar”. Ese dolor -no el que se debe al sufrimiento que no se ha sabido reelaborar- es el mejor maestro, la mayor fuente de aprendizaje posible. Una de las palabras más sugerentes y significativas del evangelio es: 'La Pascua' -del griego = el paso-. Que la acción, la fuerza, la energía, el Espíritu de Dios, ´pase' por nuestra vida.

¡Qué 'pasada' que Dios, se pase por nuestra vida, siempre que lo necesitemos! Que no 'pasemos' de Él, que no nos pasemos con Él; que, cada vez que venga -en cada situación, persona, suceso o acontecimiento-, para alimentarnos, reconstruirnos,  recuperarnos, aunque sus 'ejercicios nos duelan', y ese dolor nos dé miedo, que siempre estemos atentos y disponibles, para dejar que 'pase' a través de nuestra vida, dejándonos mejor.

“SONETO”

 

Si, para recobrar lo recobrado,
debí perder primero lo perdido;
si, para conseguir lo conseguido,
tuve que soportar lo soportado;

si, para estar ahora enamorado,
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido;
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque, después de todo, he comprobado
que no se goza bien por lo gozado,
sino después de haberlo padecido.

Porque, después de todo, he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.


                                           Francisco Luis Bernárdez

Pasar de la obscuridad de las tinieblas a la luz de la claridad, de no ver a ver, de estar perdido a encontrar el camino, de la angustia a la paz, de estar muerto a sentirse vivo, de estar dormido a despertar, de vegetar a vivir, de ser del grupo que insufla viento en contra, al deel que provoca el cambio de generación.

Juan, en su evangelio, nos describe una escena, que, si se ve con mirada profunda, ilumina lo que es una religión de normas, y el modo que pretendía Jesús, una 'religión', que consiste en un 'pacto de amor', como en una alianza de bodas: y, como está claro, con una celebración, a base de una buena comida -gozo, alegría, amor- con un vino generoso.

En el capítulo segundo, nos describe una triste celebración de boda -imagen de la vacía y fría religión del Antiguo Testamento, con 6 tinajas de piedra para los ritos, ¡curiosamente 6!, de purificación-. Y Jesús instituye una celebración, para la cual suministra el vino inmejorable.

Hay que admitir que, aunque los poderosos pueden demasiado, y los que gobiernan deciden demasiado desde sus intereses, hay muchas más personas de lo que pensamos, que no están de acuerdo con este control mundial, gregario, materialista, consumista, adictivo, hipnotizante, antiespiritualista y despersonalizante.

Incluso, cuanta mayor esperanza activa tengamos, nuestros anhelos de ‘bienestar’ -no egoísta ni egoico, competitivo ni destructivo, ni involutivo- se irán cumpliendo. ‘Los malos’ nos facilitan las cosas, por lo claros que cuentan sus planes. La ‘agenda 20 - 30’ expresa claramente, en 17 puntos, sus objetivos, que publicó el Consejo de Europa en julio de 2021.

Sin embargo, si los leemos con otros ojos, veremos que pretenden todo lo contrario a lo que nos predican. Y, de hecho, vamos viendo que los efectos logrados dejan mucho que desear. Anuncian, a bombo y platillo, que, por fin, vienen los tiempos de paz y seguridad. Y, de eso, ¡nada!

Ponen palos en las ruedas, para que el inconsciente colectivo de la humanidad camine ‘viento en contra’, y lleguen a hacer una hazaña impensable el salto al amor, la transcendencia, la libertad, la seguridad y la paz. ¡¡¡ NO LES CREÁIS !!!

En la Biblia, siempre se sospechó de los ‘falsos profetas’. Y es que a quienes debemos creer es a los que no hacen profecías -adivinanzas-, sino que usan el sentido común. Si yo afirmo que a mediados de julio, por Andalucía, yo estaré con ropita ligera, no estoy haciendo ninguna adivinación, ni transmito que tengo un saber especial, sino que, por pura lógica, deduzco la manera más normal en que se den las cosas.

Para eso, todos y cada uno debemos ‘cambiar el chip’, desde los educadores, padres y dirigentes, fomentando más la autonomía y la madurez responsable, que el proteccionismo descomprometido, hasta los individuos, que deberían hacerse más sujetos protagonistas de sus propias decisiones.

Se dice en pedagogía, que nunca hagas por tu hijo algo que pueda hacer sólo. Y me llamó la atención el vídeo de una chica, que entra en un ascensor, y, al ir a dar el botón del piso, se le adelanta otro, que cambia la dirección.

Anda por ahí un vídeo, que copio, porque me parece muy significativo, e igualmente fuerte, como símbolo del: "Ande yo caliente, y ríase la gente" -'Aunque seamos demasiados, y el ascensor no pueda, lo siento, yo no me bajo, ¡que se baje otro!'-, el egoísmo, a veces, narcisista, que a todos -menos al protagonista- molesta tanto.


Aunque, también es verdad, que se trata de entender bien la frase de Jesús: "Amarás a tu prójimo, como a ti mismo". Que, como todo en el evangelio, no es un mandato religioso, sino una advertencia psicológica, vital.

No se puede 'mandar' a nadie que te ame. "Puedes mandar a tu hijo que se siente a estudiar, no que se concentre; que coma, no que le siente bien; que se acueste, no que se duerma; que te respete, pero no que te ame". Pero casi todos nosotros lo interpretamos mal, dando por supuesto que el amor es un mandamiento. Además, incumplible, el primero, el absoluto, el universal.

Pero Jesús -el mejor psicólogo de la historia- nos dice que nuestra capacidad de amor, la medida en que podremos amar, valorar, apreciar, respetar, cultivar, entregarnos a cualquiera -madre, hijo, pareja, incluso a Dios- será prácticamente la misma con que nos amamos -toleramos, conocemos, cuidamos- a nosotros mismos. El psicólogo jesuita, John Powell, dice: "En el espejo de mi cuarto de baño, tengo escrito, para recordarlo todos los días: 'Estás viendo a la única persona que te puede hacer feliz, el primero a quien debes hacer feliz; si tú no lo cultivas, nadie le cultivará'."

Y creo que esa misma medida suele ser la que hemos visto, de pequeños, usarse en casa.



“La Marca de la Bestia”

La Marca de la Bestia, puede referirse a muchas cosas, principalmente, al poder de la dictadura de Satán, el diablo, ‘el malo’, sobre todos y todo, a cualquier dictadura, a todas las dictaduras, desde las más famosas y visibles, hasta las mas ocultas y justificadas. Alguno pensará que -como es lógico- a 'la mancha de Adán', al pecado original.

Conviene hacer aquí otra matización evangélica. Parece que en ‘El Evangelio’, siempre que se habla de ‘demonios’, son -como en casi toda la literatura de ese tiempo- enfermedades de causa no conocida: mal espíritu; hoy diríamos ‘mal humor’. Y el Diablo, en cambio -Satanás, Lucifer, Belcebú- es -pensaban que existía, como tal- la personificación en un ser viviente de todo el mal del mundo.

Y parece que tanto en Mateo como apocalipsis ‘La Gran Tribulación’ -Mt. 24, 21 y Ap. 1, 9- se refiere los males que nos vienen, con la diferencia de que, antes nos venían, de poco en poco, y no excesivamente graves; mientras que ahora nos vienen -ellos quieren que vengan, para que nos hartemos y tiremos la toalla de seguir buscando lo que, realmente, estamos llamados a ser, y gran parte queremos- vienen en mayor número, cantidad e intensidad que nunca. Incluso, antes solían venir de uno en uno, hoy pueden venir varios a la vez. Y, alguna vez, algún tipo de calamidad que antes no habíamos experimentado, ni podríamos haber podido imaginar. 

Leyendo los versículos 3 a 7 del capítulo 4 del ‘Apocalipsis’, se lee algo que, en un primer momento, resulta muy difícil escribir y definir en su tiempo -ahora no es tampoco excesivamente fácil-. Desde hace tiempo, se viene anunciando que, con el tiempo, no podremos pagar con más de mil euros en efectivo, y, además del dinero -para comprar y vender, lo pragmático, material, y adictivo- es lo esencial para nuestros legisladores-, deberemos llevar con nosotros, de forma telemática, todos los carnets, licencias, estado de salud, familiar, académico, laboral . . .

Este ‘monedero informático’ -que nos dicen que es lo más útil, práctico y cómodo que podamos imaginar- será obligatorio, y, con él, estaremos, plenamente controlados. Ya hay empresas que han empezado a fabricarlos, con cámaras especiales, que puedan leer toda la información -aun en tintas y materiales no visibles-, y, con el mero hecho de empezar, van convenciendo al inconsciente colectivo de que ese aparatito, que nos va a venir muy bien, lo podremos -y debemos- llevar todos, en la frente o en la mano: ¡¡¡PARA NUESTRO BIEN!!!

Pero no hemos de tener miedo. Podemos elaborar cada uno de nosotros nuestra propia ‘AGENDA’. Ya sabemos lo que pretende -y logra- ‘la 20-30’. Comencemos sin prisa y sin pausa, y vayamos construyendo nuestra ‘AGENDA 20-32’ ó ’25-35’, que nos haga llegar al amor, la libertad, la paz, la madurez, el despertar, a Dios -cada uno desde su cultura, tradición, ideología, familia, historia, educación, llegando a ‘ver’ a -ser, manifestar, dar a luz, reencarnar, revivir, disfrutar, irradiar, disfrutar- a Dios. Lo entendamos y definamos, sintamos y vivamos, cada uno desde la experiencia más auténtica del mundo de nuestras emociones.

Uno de los pioneros del Reino de Dios, reino de paz y amor, es el arquitecto, filósofo, antropósofo, exotérico, Rudolf Steitnet (Austria, 1861 – 1925), diseñador, desde el holismo del ser humano y de la naturaleza.  Pone la tecnología al servicio de lo espiritual y transcendente. Y tiene discípulos y seguidores muy privilegiados, aunque no siempre bien comprendidos por el ‘orden’ -‘necesario’- de las instituciones.

Intenta que su vida, su pensamiento y su vida sirvan al alma física, mental, espiritual y divina de todos los seres humanos, incluida la Tierra.

En 1919 tiene una interesante conferencia a este respeto y, hablando de lo involutivo -lo que las personas o instituciones realizan contra el cambio, la madurez, el crecimiento interior, hacia la paz, la seguridad y el amor, y, muchas veces, en aras del orden y de la perfección-, hace una distinción muy sutil: lo caliente y lo frío. Lo caliente es lo involutivo que se realiza con fuerza y violencia -que se ve venir antes-, y lo podríamos ejemplificar en grupos -los talismanes- o personas -Trump-. Y lo frío viene con ‘suavidad’, simulación: p. ej. Hillary Clinton, Osama y Biden -es paradigmático el caso de China: control, sumisión, sin 'levantar la voz'-.

A título personal, os cuento que, cuando conocí su obra -en su amplísimo campo de acción, pensamiento y compromiso personal- me dejó sumamente embelesado. Por lo que os recomiendo asomaros a su multivariada y profunda producción.

A ese conjunto de cualidades transcendentes y humanizantes, las describe Platón, como ‘los ideales’. Y nuestro S. Juan de la Cruz, nuestra ‘dignidad esencial.

Friedrich Nietzsche creó un personaje, en cuya boca pone sus principales ideas y pensamientos, y le llama Zarathustra, “Also Sprach Zarathustra”. Sobre el tema de la nueva generación, dice que el ser humano debe tener tres transfiguraciones: al principio es un camello, con la joroba de todo lo falso que le han metido -sumisión, obediencia, dependencia, ‘tengoque’, ‘debode’-, por la culpa, el miedo y la propia inseguridad.  

En la segunda transfiguración, el ser humano pasará de camello a león -libre, independiente, fuerte, seguro, hace lo que quiere, come lo que quiere, vive como quiere. Y, de león, ha de terminar, por la tercera, en niño: espontáneo, creativo, que mira y busca dentro de sí mismo, en cuyas conductas encontramos la imagen más limpia, clara y pura de la transcendencia misma, mejor manual, siempre abierto, sobre ‘la dignidad de nuestra esencia’, nuestro ser más auténtico y primitivo.

Para realizar ese proceso humanizante y plenificante -divinificador-, hemos de dar dos pasos: vaciar nuestra casa de todos los muebles que sobran o desentonan, vaciar de arena la taza que queremos llenar de rico té, quitar de nuestra vida práctica todos los comportamientos, impropios del nosotros mismos no acorde con nuestra naturaleza, con nuestro ser, e ir trayendo los más propios de nosotros, para actuar siempre desde lo que soy, y no desde mi ideal, desde lo que los otros esperan de mí.

Algo tiene que ver con todo esto otra frase emblemática de Zarathustra: “Seré feliz, el día, en que la última piedra del último templo, de la última institución establecida, de la última religión opresiva, al derruirse y caer, mate al último sacerdote, existente para el servicio del último culto vacío”.

Precisamente -aunque por otras razones- uno de los fines de La Agenda 20-30 es eliminar todas las religiones falsas, puesto que han cumplido ya su razón de ser -el borreguismo, adocenamiento, falta de creatividad y libertad de toda la sociedad. De todo eso, seguirán ocupándose ellos.

Hace tiempo, descubrí que la palabra ‘generosidad’ tiene su etimología en ‘el género humano’. Una persona no es generosa porque haga muchas limosnas, porque dé muchas propinas; una psersona generosa es generosa, o no, en el mismo sentido en que se usa hoy para algunas cosas: ‘es un vino generoso’, ‘esta tienda expende muy buen género, desde siempre’, o, incluso, en otro plano, los ‘especialistas’ afirman, al principio de la ‘campaña nocturna’: “En este bar de alterne, hay muy ‘buen género’.”

No quiero quedarme sin citar las dos preciosas frases, que escribe el poeta libanés cristiano, Kahlil Jihbran, en su pequeño gran libro, “Arenas y Espuma”: “¡Qué ridículo soy, si la vida me da oro, yo te doy plata, y, encima, me creo generoso!” Y “Generosidad no es que tú me des lo que yo necesito más que tú, sino en que me des lo que necesitas más que yo”.

Por eso, cada vez que me refiero a todas las cualidades positivas y constructivas, que pueden llegar a acompañar a una persona, de la nueva generación, pienso en generosidad. Vivir sin hacer daño -en realidad, 'inocente' es 'in' 'nocens', el que no hace daño, no el ingenuo- colaborando a la energía positiva, caminando en el camino de la vida, que, al máximo, se compromete, madura, colabora, comprende, escucha, tolera, aguanta, es misericordia, libertad, plenitud, paz y amor.

Buscar y caminar el ser amor, la catarata, el cambio de generación, con total confianza, esperanza y tranquilidad, contra viento y marea, con las alas del alma, como dice una canción sudamericana.

Todo lo cual, creo que lo resume muy bien en una frase, el gran psicólogo catalán, Antonio Blay Fontcuberta (Barcelona 1924 – 1985), que empezó siendo ‘Corredor de Comercio’: "Voy a llevarme bien conmigo; los demás, también, saldrán ganando".

 Una mirada por ‘las tribulaciones’:

Permitidme que, antes de entrar en el oscuro mundo del mal, de la 'tribulación', de tanta causa de depresión, incluso de suicidio, que, a los que vivimos sin falta de nada, no nos entra en la cabeza, use un elemento de humor, para bajar la tensión.

900 millones de personas, como tú o yo, no saben si hoy comerán.

Cada 4 segundos muere por inanición un niño, por causa de su diferenciación.

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020 y, la reconoció como una pandemia el 11 de marzo de 2020, ‘la neumonía de Muhan’ -Covid-, se constituyó en la preocupación y la obsesión mundial número uno. A la cual siguieron, cual ‘plagas bíblicas’, la Guerra de Ucrania, ataques israelitas, tiroteos en UUAA, combates en el Líbano, Turquía, Amazonia, Sudán, Congo.

En 1918, El Ministerio Español de Consumo, Salud, Bienestar Social edita un estudio sobre la economía y Sanidad. Traigo algunos párrafos: “La crisis financiera, desencadenada en EEUU a finales de 2007 y transmitida a otros países, devino en una crisis económica a gran escala que estalló con virulencia inusitada en el año 2008. Crisis en tres actos bien diferenciados: crisis financiera y pérdida de confianza en el sistema; parálisis acentuada del crédito; y crisis de las deudas soberanas. (…) En España, las tasas de variación real negativas del Producto Interior Bruto (PIB) llegaron en el último trimestre del 2008 a su peor nivel. Desde esa fecha hasta finales de 2009 se sucedieron siete trimestres consecutivos de caída del PIB. Tras el año de transición que representó 2010, a comienzos de 2011 se inicia la «segunda recesión», encadenándose 11 trimestres consecutivos de contracción de la actividad económica. (…)

En nuestro caso, el peso desmesurado del sector inmobiliario en la economía del país, con familias y empresas altamente endeudadas, y una fuerte relación entre el «ladrillo» y el sector financiero, hizo que la crisis fuera mayor y se sufriera con una especial intensidad. (…) Ello llevó a que los mercados sospecharan de su solvencia para poder afrontar sus obligaciones futuras de pagos y a que la capacidad de las políticas públicas para amortiguar los efectos de la crisis se viera fuertemente comprometida. (…) Así pues, la crisis no sólo ha dejado cicatrices, sino que la recuperación económica no ha restaurado los niveles iniciales de muchos indicadores sociales, por lo que los efectos que ha causado la misma podrían prolongarse durante años. (…) La salud es uno de los pilares donde se apoya el bienestar de los individuos y las sociedades. Desde la perspectiva individual, aunque disfrutar de una buena salud no es condición suficiente para alcanzar o mantener un alto grado de bienestar, en términos generales, es condición necesaria, como lo muestran distintos estudios sobre felicidad y satisfacción con la vida realizados en las últimas décadas. En este contexto, cabe preguntarse cuál ha sido el efecto de la crisis sobre la salud de las personas que residen en España.”


Las víctimas de las Guerras

Entrando en los datos de víctimas, voy a simplificar mucho, y doy una interesante y terrible lista de cantidad de muertes en las últimas guerras: Guerras más sangrientas de la historia

Segunda Guerra Mundial, 1939-1945, 50,000,000 víctimas

Guerra civil rusa, 1917, Rusia, Civil, 12,000.000 víctimas

Primera Guerra Mundial, 1914-1918, 16,500,000 víctimas

Rebelión de los danganes, 1862, China, 9,000.000 víctimas

Rebelión Taiping, 1854-1864, China, Civil, 27,000,000 víctimas

Manchúes conquista, 1616-1664, China, 22,000,000 víctimas

Guerras de Religión, 1562, Francia, Religiosa, 4,000.000 víctimas

Invasiones mongolas, Asia y Europa, 1207-1472, 50,000,000 víctimas

Las Cruzadas, 1096, Mediterráneo y Levante, Religiosa, 5,000.000 víctimas

La Reconquista, 722-1492, España, 7,000.000 víctimas

Rebelión An Shi, 175-163, China, 33, 000,000 víctimas

Guerra de los Treinta Años, 168, Europa, 6,500.000 víctimas

 

En cuanto a la pobreza, baste con decir que el crecimiento económico que África ha experimentado en los últimos años no fue inclusivo ni suficiente para sostener los esfuerzos de reducción de la pobreza. África acoge al 13% de la población mundial y, en las últimas décadas, se convirtió en un polo de atracción del capital extranjero. Aunque presente buenas expectativas económicas, la gran mayoría de los mil millones de pobres que hay en el planeta viven en África, región con la esperanza de vida más baja del mundo. África sigue siendo el continente más pobre del mundo. Con el 13% de la población mundial, el continente acoge el 33% de la población pobre del mundo y alcanza el 1,6% del PIB global. Todavía un cuarto de la población sufre de desnutrición. Hasta 2012 la mitad de las muertes infantiles a nivel mundial ocurrían en África. Más de la mitad de las personas del continente -62%- vivían en chabolas y solamente el 16% tenía acceso a agua potable por tubería.

El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de dólares al año. Un monto superior a las ganancias que brindan la venta de armas o las telecomunicaciones. Por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado. Y las multinacionales farmacéuticas saben que se mueven en un terreno de juego seguro: si alguien necesita una medicina, no va a escatimar dinero para comprarla. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del total de ventas. De ellas, las seis principales compañías del sector –Bayer, Novartis, Merck, Pfizer, Roche y Glaxo- suman anualmente miles de millones de dólares de ganancias, a lo que hay que añadir más todavía, dado que todos los grandes grupos farmacéuticos son también potencias de las industrias química, biotecnológica o agroquímica. Todo ello, y su imparable avidez por seguir haciendo dinero y creciendo cual un parásito destructivo, hace que las multinacionales del sector, haciendo gala de una total impunidad, se desentiendan de su verdadero cometido, la salud, y no reparen en aplastar a competidores menores, atacar a gobiernos débiles que intenten enfrentarlas y, lo que es peor, mantener precios prohibitivos para las poblaciones de escasos recursos y a la vez fabricar productos que en muchísimos casos terminan envenenando a los eventuales pacientes.

Sobrados ejemplos hay en ese sentido.

Una buena muestra de que la codicia de la industria farmacéutica ha convertido la enfermedad en un negocio. En el caso antes apuntado, contando con la complicidad de médicos que ningún favor le hacen a su otrora noble profesión, manchando el juramento de Hipócrates y convirtiéndolo en un código de hipócritas.

De esos planes bien puede dar cuenta el colombiano Germán Velázquez, doctor en Economía y director del Programa Mundial de Medicamentos de la OMS, quien se atrevió a publicar un estudio en el que recomienda, entre otras cosas, la elaboración de medicamentos genéricos y la eliminación de las patentes, además de oponerse a los tratados de libre comercio (TLC) que, con tantas urgencias y presiones, intenta imponer Estados Unidos. Desde entonces el hombre vive bajo amenazas de muerte. En mayo de 2001 fue atacado en Río de Janeiro por un desconocido que le robó su cartera, lo golpeó y con una navaja le dejó en una de sus muñecas una cicatriz de 16 centímetros. Lo que había quedado como un simple atraco tomó otro cariz en Miami, cuando Velásquez asistió a una reunión de la OMS: una noche en que caminaba por Lincoln Road fue abordado por dos hombres que lo golpearon y lo amenazaron de muerte. Mientras estaba tendido en el suelo, sus atacantes le dijeron: “Esperamos que haya aprendido la lección de Río. Deje de criticar a la industria farmacéutica”. La cuestión estaba más clara.

Finalmente, una cifra del día Mundial de la Alimentación: 2,8 millones de niños mueren al año por causas relacionadas con la desnutrición. “En el Día Mundial de la Alimentación, desde UNICEF España recordamos que la desnutrición está detrás de la mitad de las muertes infantiles que se producen cada año, y que se pueden evitar”.

No soy ni especialista en el campo, ni docto en la materia, pero los he estudiado muy ampliamente, y, como primeros principios, pienso que, después de conocer muchas personas, muy doctas en temas muy serios, y de práctica tan larga y confirmada, como la acupuntura, las plantas medicinales, la homeopatía, la iridología, no me cabe en la cabeza que haya personas, relativamente serias, que puedan decir que todo eso es mentira.

Y por otro, que tan grandes y boyantes empresas, dedicadas teóricamente a la mejora de la salud y la evitación de la muerte -y fenomenal que lo defienden con el aborto-, si la población enferma no resulta rentable para sus laboratorios, pues ya no se fabrican los específicos.

Recuerdo que mi padre, cada vez que yo le criticaba algo de lo que hacía una persona pública, él me ponía la mano sobre el hombre -queriendo darme la razón-: “Fernando, vamos a intentar tú y yo, hacerlo bien, y habrá dos pillos menos en el mundo”. Y solía añadir, entre inocente y sabio: “Qué tendrá la política que, a la madre, la palabra más bella que hay en el mundo, le añades ‘política’, ¡y aparece la ‘suegra!”

Y, hace ya bastante, hablando de estas cosas, en Montevideo, con el ex Rector de ‘La Católica’, el gran P. Squadroni, me dijo: “Qué tendrá ‘la plata’, que, si a lo más transparente que existe, el cristal, le ponés plata detrás, ¡ya sólo te ves a vos mismo!”

Nuestra tarea de seres humanos, no es sólo individual, sino que consiste en que intentemos fomentar el máximo, más universal -y único satisfactorio y plenificante- crecimiento interior del mayor número de habitantes de nuestra Madre Tierra -incluyendo el cuidado de ésta-.

 

 

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